Capítulo 44.

Narra Pablo
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Me acerqué a Porty a felicitarle y estuvimos hablando un buen rato.
Estaba con Natalia y unos amigos hablando tranquilamente. Me despisté un momento.
Fije la mirada en una persona, era ella. No podía creerlo, era ella.
Me miraba y yo a ella. Hablaba con la mirada. No sabía que quería decir exactamente.
Yo quería transmitirle un ''vuelve, te echo de menos''.
Natalia me abrazó por detrás y me besó el cuello.
Ariadna apartó la mirada lentamente.
Yo necesito hablar con ella. Necesito saber al menos como esta.

-Natalia: ¿Ocurre algo Pablo? te veo algo despistado.
-Pablo: No nada, no pasa nada. Ahora mismo vuelvo. -dije dándole un beso en la mejilla-

Fui en busca de Ariadna.
Y por mucho que buscaba no le encontré.

Natalia me cogió de la mano.

-Natalia: ¿A quien buscas? -dijo algo cabreada-
-Pablo: A nadie por que. -dije nervioso-
Me miró sabiendo lo que estaba pasando.
-Pablo: Natalia...necesito hablar con ella.
-Natalia: Ella ya ha hecho su vida y tu la tuya, conmigo, recuerdalo. -dice soltandome la mano y marchandose-

Tiene razón, cada uno ya tiene su vida.
Pero mi vida es una mentira. Apenas siento algo por Natalia.
Solo estoy con ella para sentirme mejor, para olvidarme de ella, pero no lo consigo, nadie me había hecho sentir tanto como me ha hecho sentir Ariadna, esa sensación de sentirme vivo, como si en una especie de nube me manteniése, era magnifico.

Estos dos meses no he olvidado su última mirada hacía mi, de despedida, de odio y rencor.

Salí fuera para tomar el aire. Me apoyé en mi coche y respiré hondo.
Miré hacía el cielo y contemplé las estrellas. En ese momento solo las estrellas podían hablar por mi y quitarme ese nudo de garganta.
Empecé a recordar momentos con Ariadna, como la conocí, con el café

[[Recuerdos]]

-Pablo: Aggggggggggggggg QUEMA.
-Ariadna: Peeeeeeerdona, perdonaaaaaaa.
-Pablo: No te preocupes, tranquila enserio, me lo limpio en un segundo.
-Ariadna: No noooooo, te lo limpió, un momento. -cogiendo la servilleta- Creo que ya esta.
-Pablo: Igualmente tendré que lavarla -riendo-
-Ariadna: Perdona enserio...que corte.
-Pablo: Enserio no te preocupes.
                         -Miradas-

..............

Ese día conocí a la chica que me cambió la vida. Y que ahora la he perdido.

[[Recuerdo]]

-Ariadna: Jura que no nos vamos a separar. -congiéndole de la mano-
-Pablo: Te lo prometo.
-Ariadna: Yo también te lo prometo. -beso-
                          Colocó el candado en el puente y tiró la llave al agua.
..................

Me quedé pensando en algunos de nuestros miles mejores momentos y mis ojos no tardaron en inundarse de lágrimas.

-Le sigues queriendo ¿verdad?.
Miré en frente de mi. Ahí estaba Jessica con su hija en brazos-
Me quedé mirandole y secandome las lágrimas.
-Jessica: Hacía tiempo que no te veía llorar.
-Pablo: Bueno, ya. -seguía secandome las lágrimas-
-Jessica: No ha sido buena idea traerla.
-Pablo: No te preocupes.
-Jessica: No me has contestado a la pregunta. ¿Le sigues queriendo? -me levantó la cabeza-
-Pablo: Sí. -dije directo-
No dijo palabra alguna.
-Jessica: ¿Que piensas hacer?
-Pablo: Dejar que sea feliz.
Abrí la puerta de mi coche y me senté dentro.
Jessica me miró un poco con cara de pena, abrió la otra puerta del coche y se sentó a mi lado.
-Jessica: Pablo, aun no hemos hablado tu y yo claramente de lo que pasó.
-Pablo: Ya...no me gusta hablar de ello.
-Jessica: Cuéntame..
Tomé aire y decidí contárselo.
-Pablo: Simplemente pensé que sentía algo fuerte por Natalia de nuevo y le besé para comprobarlo, pero nada...ese beso no significó nada.
-Jessica: Y ahí fue cuando Lolo te vió.
-Pablo: Sí, eso mismo. Y ahora estoy en una relación de mentira, por que apenas siento algo por Natalia, soy un cabrón que la esta utilizando para olvidarme de Ariadna, pero se me hace imposible Jessica, es imposible.
Jessica se acercó a mi y me dio un fuerte abrazo.
-Jessica: Se nota que le echas de menos.
-Pablo: Mucho.
Jessica se fue y me quede solo dentro del coche.
 Volví a salir fuera del coche y volví a tomar aire.
Giré la cabeza para un lado y le vi, era ella, sentada en un banco y llorando.

Me acerqué lentamente por detrás suya y me senté a su lado.
Ella solo miraba hacía sus pies y seguía respirando fuerte y secándose las lágrimas.
Entrelacé mi mano con mi otra mano y tiré un suspiro mirando hacía abajo.
Me miró y yo seguía con la mirada perdida.
Le miré y cogí su mano lentamente.
Quise hacer algo y estaba dispuesto a hacerlo.

-Pablo:  *cantando* Si alguna vez preguntas el por qué, no sabré decirte la razón, yo no la sé, por eso y más PERDÓNAME. Si alguna vez maldices nuestro amor, comprenderé tu corazón, tu no me entenderás, por eso y más perdóname.. -Ariadna miraba hacía mis manos como jugaban con las suyas mientras le cantaba- .Si alguna vez creíste que por ti, o por tu culpa me marché, no fuiste tú, por eso y más, perdóname. Si alguna vez te hice sonreír, creíste poco a poco en mi, fui yo, lo sé, por eso y más PERDÓNAME.

Terminé de cantarle ese pequeño trozo de canción. No sé si hice bien pero pienso que la música dice más que mil palabras.

Subió su mirada lentamente.
-Ariadna: Por qué haces esto.
Me quedé en silencio.

-Ariadna: Por qué. -me repitió-
Le miré.
-Pablo: Te necesito en mi vida, eso es todo.

Ariadna se acercó a mi lentamente.
-Ariadna: Pablo yo quería deci...

-Natalía: ¿Pablo donde te habías metido? -dijo gritando desde la puerta del local-
Se acercó rápidamente.
-Natalia: Oh, ya veo. -dijo mirando a Ariadna con desprecio- No te metas en nuestra relación. -le dijo a Ariadna-
Me cogió de la mano y me llevó hacía dentro.
-Pablo: Deja de mandar tanto en mi vida.
-Natalia: Deja de ir jugando con la gente. Ella o yo Pablo. Estoy harta.
Tenía razón, estaba jugando con los sentimientos de Natalia.

20 min después

No dejo de pensar en lo que Ariadna a querido decirme y no le ha dado tiempo, tengo eso todo el rato en mi cabeza, dando vueltas.
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2 días después.
Por la tarde.

Salí a pasearme un rato por el paseo de la playa y a sentarme en ''mi sitio'' de la playa, donde me gusta pensar mientras miro el infinito del mar, es maravilloso.
Miré a lo lejos y vi a alguien sentado allí. Era una chica morena de pelo largo y ondulado.
Era Ariadna.
Me acerqué y como ayer, volví a sentarme a su lado.
-Pablo: ¿Que haces aquí?
-Arianda: Hoy me vuelvo a Madrid. -dijo muy seria- Solo quería venir y despedirme de Málaga.
-Pablo: Málaga te quiere.
-Ariadna: Que quieres de mi. -me miró- Por lo de ayer...por que me cantaste y me dijiste eso, si ahora estas con una nueva vida al lado de otra chica. -miró hacía el mar-
-Pablo: De verdad que...
-Ariadna: No sabes que decirme, te has quedado sin argumentos coherentes. -se levantó, cogió mochila y se marchó-
-Pablo: A donde vas -grité-.
-Ariadna: Lejos de los problemas, en Madrid.

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Ha pasado un día desde que no he vuelto a ver a Ariadna.
Esta necesidad que tengo por verle me come por dentro.
Voy a hacer una locura, una locura que espero que merezca la pena.
Cogí una maleta y mi coche y fui camino a Madrid.
Estaba decidido a darlo todo por ella, no puedo estar sin ella, es un pilar fundamental para sujetar mi vida.
Me da igual Natalia me da igual todo. Necesito a Ariadna.

Después de varías horas y horas.

Llegué a el hotel de Ariadna y corrí hacía el restaurante de Ariadna, no podía más quería verle. Estos dos meses que hemos estado separados han sido completo sufrimiento.
Entré en el restaurante y le vi con una bandeja sirviendo.
Me coloqué detrás de ella y cuando se giró me tiró el café encima (me puse detrás aposta para que me lo tirara)
-Ariadna: Lo siento lo siento, dios, que despistada soy, perdone señor, le he manchado entero, ahora mismo se lo limpio -se iba levantando poco a poco y por fin me miró a los ojos- ¿Pabl......
-Pablo: Ariadna te quiero.
Toda la gente se quedaba mirándonos y murmuraban: Es Pablo Alborán, es Pablo...
-Ariadna: Que.
-Pablo: TE QUIERO -grité-
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