jueves, 12 de septiembre de 2013

Capítulo 36.

NARRA PABLO
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-Ariadna: ¿PABLO?

Mierda.
Mierda, mierda, mierda, mierda y mierda.

Me levanté rápidamente apartando a Rocío.
Ariadna se queda mirandome con la boca abierta y con alguna lágrima cayendo por sus ojos.
Se da media vuelta y sale de la habitación.

-Pablo: Ariadna se que suena muy típico pero te lo puedo explicar. -digo cogiendole de la mano-
Se gira rápidamente y me da un manotazo en la cara.
Lo que se suele llamar una hostia, claramente.
La tenía bien merecida así que no le pedí explicaciones por el manotazo.

Salio de mi casa y fui detrás de ella sin camiseta y abrochándome el cinturón.

-Pablo: Ariadna por favor -le volví a coger del brazo-
Se paró y se giró, pero no me miraba.
-Pablo: Mirame, mirame por favor -le cogía de la cara-
-Ariadna: No puedo. No puedo mirarte a los ojos después de esto. -dice dándose media vuelta y seguía caminando-
Le volví a coger del brazo.
-Pablo: Ariadna, nada de lo que ha pasado ahí es lo que tu piensas. Mirame, estoy medio borracho y no se si esto es una pesadilla o algo parecido, no se nada, no se ahora mismo apenas ni lo que digo.
-Ariadna: Yo he estado borracha y he sabido lo que hacia, no es una excusa, si le tenias ganas no es mi culpa.
Vuelve a darse la vuelta y sigue caminando.
Me coloqué al lado de ella caminando rápido.
-Pablo: Dejame que te explique por favor, dejame 1 minuto.
-Ariadna: mira Pablo esto ya me ha pasado con mi último amor y estoy harta, así que dejame en paz. -dijo triste-
-Pablo: Ariadna por favor... -me paré y ella seguía caminando con la cabeza hacía abajo- no dejes esto así por favor.

Se paró, giró la cabeza, me miró a la cara con cara de tristeza y volvió a caminar hasta su casa.
La he perdido.
Ya esta.

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NARRA ARIADNA

Llegué a mi casa y ahí estaban Jessica y Lolo viendo una película, a las 2 de la mañana.
Entré con alguna lagrima así que me puse cara feliz como si no pasara nada y sonreí.

-Jessica: Hola Ari ¿Todo bien? -me sonreía-
-Ariadna: Claro -le sonreí falsamente-

Me fui a mi cuarto y me sente en el suelo apoyandome en la puerta del armario
Entró Jessica por la puerta.

-Jessica: Ari, te conozco...se cuando estas mal. -dijo acercándose a mi-
Me quite rapidamente las lágrimas de la cara.
-Ariadna: Que no enserio, estoy bien.
-Jessica: Pero si estas llorando capulla. -se acercó sentándose al lado mía a secarme algunas lágrimas- Cuentame...


-Ariadna: La misma historia que con Izan....
-Jessica: ¿PABLO? ¿ENSERIO? -dijo sorprendida-
Miré hacía bajo y volví a llorar.
Me miró y me apoyó la cabeza en su pecho.


-Ariadna: Una pregunta.  ¿Por que me hacen todos los chicos lo mismo?
-Jessica: Yo que se Ari, será que no lo das todo el la cama -ríe-
Le miré con una mirada asesina pero con una sonrisa en la cara
-Jessica: Ahora enserio -dice levantándome la cabeza- Las personas así no merecen la pena, pero creo que Pablo tiene alguna explicación, él no es así Ariadna, él no es así.
-Ariadna: Ya no se que pensar de él, estoy confusa.
-Jessica: Tomate un tiempo. -dice acariciándome la cara- y ahora descansa tonta. Buenas noches -dice cerrando la puerta-

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NARRA PABLO
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Ya ha pasado una semana y media desde lo ocurrido con Ariadna.
No me centro en el trabajo, solo pienso en ella. Necesito hablar con ella. Pero no se como.
Hice que despidieran a Rocío y contrataron a Cristina. Yo no podía trabajar con una persona que arruinó mi relación.
Se me ocurrió una idea.

-Cogí mi telefono y llamé a Jessica-

-Jessica: Dime Pablo
-Pablo: Necesito que hagas una fiesta
-Jessica: ¿Por Ariadna verdad? -ríe-
-Pablo: Sí, ya te expliqué lo que pasó, yo no tuve la culpa así que por favor haz una fiesta, una comida o lo que sea y así podré encontrarme con ella, pero sobretodo no le digas que voy.
-Jessica: Vale, hoy a las 9 y 15 de la noche en....ummmm...en mi casa mismo.
-Pablo: Vale, perfecto, ahí estaré, muchas gracias de verdad, cuando te vea te como a besos.
-Jessica: Que tonto. Veeeenga chao.
-Pablo: GRACIAS GRACIAS, aaaaaadioooooooos. -colgué-

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NARRA ARIADNA
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Hace una semana y media que no he visto a Pablo.
A pesar de lo ocurrido, le quiero, soy así de gilipollas sí, me ponen los cuernos y sigo amando.

Ya son las 9, terminé mi trabajo y salí por patas de allí.
Cuando llegué a casa ya eran las 9 y 20.
Abrí la puerta y vi a mucha gente bailando hablando, riendo y bebiendo.
Vi a Jessica, le miré con cara de asesina y me la llevé hasta mi cuarto.

-Ariadna: ¿Por que haces esto?
-Jessica: Tía que 1 semana y media que llevo sin irme de fiesta ni nada, tenía que hacer algo -ríe-
-Ariadna: Bueno bueno. - me quedo pensativa- ¿NO ESTARÁ AQUÍ PABLO?
-Jessica: Tranquila no le he dicho nada. -ríe-
-Ariadna: uuuf, menos mal.
-Jessica: VENGA VA QUE LO VAMOS A PASAR BIEN -dice cogiendome de la cara-



Me cambié de ropa. Me puse unos pantalones baqueros cortos, unos tacones de cuña y una camisa azul turquesa.
Salí de la habitación para unirme a la fiesta y alguien me cogió del brazo.
Era Antonio.

-Antonio: Pablo no hizo nada Ariadna, tienes que creerle, hasta hizo que despidieran a Rocío. -me dijo en el oído-
-Ariadna: ¿Quién es Rocío? -le miré pensativa-  Ah, imagino quien será.
-Antonio: Mira me conozco a Pablo perfectamente Ariadna, y él no es como piensas.
Le miré y miré hacía abajo apenada.
-Ariadna: Cuando te pase algo así, me entenderás -dije triste-
Me miró y no dijo ninguna palabra más. Se dio media vuelta y siguió con lo suyo.

Alguien me tocó la espalda.
-Logan: Hey Ariadna -me sonríe- Que buena fiesta, eh.
-Ariadna: Holaaaa -le di dos besos- Si si muy buena -sonreí falsamente-
-Logan: Bueno si necesitas algo, me avisas jefa -ríe-
-Ariadna: Vale ayudante -reí-

Subí a mi cuarto y me asome por el balcón.
No dejaba de pensar en lo ocurrido con Pablo y no pude evitar llorar.
Escuche algo en el tejado, miré hacía arriba pero no había nada.
Me quité los tacones y me puse unas sabrinas de color azul.
Me quede respirando aire puro en el balcón.
Seguía escuchando algo en el tejado pero no hice caso.

-Chssss chssss
-Ariadna: ¿Quien hay ahí?
-¡Mierda que me caigo!

Era Pablo que estaba encima de mi tejado.

-Pablo: Ale hop. -pegó un saltó y se puso en mi balcón-
-Ariadna: ¿QUE NARICES HACÍAS AHÍ ARRIBA? PODÍAS HABERTE MATADO. -le grité-
-Pablo: Como echaba de menos tu cara de cabreada. -me dijo sonriente-

Me di media vuelta para irme pero me cogió del brazo.
-Pablo: Por favor necesito hablar contigo.
-Ariadna: No tengo nada que hablar.
Me di media vuelta y empecé a andar para marcharme
-Pablo: Invité a cenar a Rocío -Me quedé quieta escuchandole-  ese día con todos para ponerte celosa, por lo de Logan, para que veas lo que me dolía verte a ti así con Logan. No viniste así que mi plan se fue al garete. Luego fuimos de fiesta por ahí, pero a mi no me apetecía si tu no estabas, ya que lo hice todo solo para verte a ti. Todo se complicó cuando Rocío empezó a traerme copas y más copas cuando yo ni siquiera bebo, y lo sabes. Me pasé de la raya, no se que me pasaba. Creo que era por que lo de Logan me dolía demasiado. Me empecé a encontrar mal y le dije a Rocío de irnos, ella insistió en ir primero a mi casa a que me tome algo para que se me pase el mareo y luego llevarle a casa y cuando entre a mi cuarto a por las pastillas ella em....

Alguién entró por la puerta interrumpiendo a Pablo.
Era Logan.

-Logan: Ariadna vien.......¿Qué hace el aquí?
Miré hacía abajo.
-Logan: Déjale en paz Pablo, no quiere saber nada más de ti.
-Pablo: Si no quiere nada de mi que me lo diga ella.

Nos quedamos todos en completo silencio y yo miraba hacía abajo.

-Pablo: Enhorabuena campeón, ya es toda tuya, tenias razón, ya no quiere saber de mi. -le dijo a Logan tocándole en el hombro y marchándose-


-Ariadna: Pab....
Cerró la puerta.
-Logan: Ya ha pasado todo preciosa -dijo abrazándome-

Salí de allí y busqué a Pablo.
Le creo, le creo. Se que no hizo nada. Lo he visto en sus ojos. Lo he visto.

Salí fuera y vi como se marchaba su coche y fui detrás pero no pude adelantar.

-Ariadna: PABLOOOOOOOOOOOO -grité-

Fui corriendo hasta su casa.
Llegué pero allí no estaba.

Sabía perfectamente donde podía estar.
Fui corriendo hacia la playa
Vi su silueta sentado en la arena.
Me acerqué a él y me senté a su lado.
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