Capítulo 50.

Narra Pablo
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Le cogí en brazos y le besaba. Le besaba como si fuera mi primer beso o quizás el último. Le besaba como si quisiera deshidratarme.
Sus labios, necesitaba sus labios. Son como una completa adicción, como si de palomitas de chocolate se tratase.
Notaba su cálido aliento y me hacía sentir vivo, sentir que ya no estoy tocando tierra.

Le bajé de encima mía y la llevé hasta la casa que hizo mi abuelo.

-Pablo: Espera aquí. -le dije sonriente-
Me subí encima de un pequeño árbol y en un agujero del árbol saqué las llaves de la casa.

-Ariadna: Pa' matarte. -me decía riendo-

Bajé rápidamente. Abrí la puerta de la pequeña casa de madera y entramos. Todo estaba bien recogido y limpio, se notaba que mi hermana a pasado por aquí anteriormente.
Hacía tiempo que no estaba aquí con Ariadna, solo he venido una vez con ella y esa vez fue mágica, esa noche mi corazón volvió a latir.

Se acostó en el sofá y se quedó mirando el techo. Aparecí por detrás del sofá. Ella miraba para arriba y yo miraba para abajo, intercambiando miradas.
Me cogió del cuello de la camisa y me acercó a ella. Me besó con sus cálidos labios.

-Ariadna: Tengo algo de frío. -dijo acariciandose la piel-
-Pablo: Espera, te traigo una rebeca de mi hermana si quieres. -me levanté-
-Ariadna: Abrázame tonto, que no pillas las indirectas. -reía-

Me quedé mirándola y me reí.
Me acerqué y puse mis brazos al rededor de ella.
Nos quedamos en silencio y ella fue apoyando su cabeza en mi pecho.

-Pablo: ¿Tienes sueño? -le pregunté extrañado-
-Ariadna: La verdad es que sí, pero muy poco. -me miro y sonrió-
-Pablo: ¿Te gustaría quedarte aquí esta noche, conmigo?
-Ariadna: Me encantaría, ya sabes. -me sonrió-

Fui a la cocina a ponerme un baso de agua y ella apareció por detrás de mi, pasando sus manos por mi cintura y besando mi cuello haciendo que mis bellos se pongan de punta.

-Pablo: Ariadna ya sabes que me pasa cuando me besan el cuello. -le dije avergonzado-
Se sentó encima de la mesa de la cocina y me atrajo hasta ella con un toque de seductora.
Me besaba el cuello y me dejé llevar, sabía ya perfectamente como iba a acabar todo esto.

Acerqué su cuerpo al mio y le besé sus labios mientras acariciaba sus piernas desnudas y ella jugaba con mi cinturón.
Ariadna subió una ceja.
-Pablo: Que. -reí avergonzado-
Se bajó la mesa y me cogió de la mano llevándome hasta la habitación.
Me reía avergonzado mientras me llevaba hasta la habitación y me quité los zapatos mientras iba en camino al cuarto.

Se sentó en la cama y me cogió de la corbata atrayéndome hasta ella.
Nos pusimos de rodillas encima de la cama y le besé lentamente sus labios.
Me fui desabrochando la camisa poco a poco y la tiré al suelo.

Al final, quedamos completamente piel con piel y era como...no sé, mágico.
Cogí su mano con fuerza y me quedé mirándole.

-Ariadna: ¿Que pasa? -reía-
-Pablo: No me creo que estés de vuelta, en mi vida. -le sonreí-
Me sonrió y se acercó a mi oído.
-Ariadna: Te quiero. -me susurró-

Pasó mis manos por mi pecho y me acariciaba la parte de la barriga.

-Ariadna: Te has puesto más fuertote. -reía mucho-
Me reí y me puse colorado.
Me acerqué a sus labios y los mordí lentamente.

Abrí el cajón de la mesita de noche.

-Pablo: Oye tengo malas noticias.
A Ariadna le cambió la cara.
-Pablo: Que no quedan preservativos. -reí-
-Ariadna: ¿Puedo confiar en ti? -reía-
-Pablo: Bueeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeno. -reí-
Subió una ceja.
-Pablo: Que si atontá. -reí-

•  Por fin el drogadicto tiene a su droga y llega el momento de su éxtasis.

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Me levanté y Ariadna no estaba en la cama. Cogí aire y note el rico olor de la colonia de Ariadna que estaba incrustado en la almohada.

Me puse unos pantalones y fui hacía la cocina. Vi a Ariadna prepararme un colacao y sacó unos cereales de chocolate.
Rápidamente me adentré en la cocina y me senté encima de la mesa.

-Pablo: DIOS, TE QUIERO ARIADNA.
Le empecé a dar pequeños besos por toda la cara.
-Ariadna: PABLO, QUE SOLO SON CEREALES.
Me mordí el labio y me senté en la mesa.

-Ariadna: Buenos días para ti también -reía-
-Pablo: Peeeeeeeeeeeerdona.
Me levanté y le cogí en brazos. Le di un beso muy dulce.

-Ariadna: Sabes a chocapick -reía-
Me reí y me volví a sentar en la mesa.

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Por la tarde

Decidimos ir a pasear al parque y hablar un rato, ya que hacía tiempo que no teníamos una larga conversación y en condiciones.
Nos sentamos en un banco que había al lado de un pequeño lago y manteníamos una conversación sobre el nuevo trabajo de Ariadna como camarera en una discoteca.
Cada vez que le miraba a los ojos y a su preciosa sonrisa se me iluminaban los ojos. Aun estaba sin creerme que por fin la tenía de vuelta y era mía y no tenía que volver a sufrir de que si la veo en brazos de otro.

Estuvimos entre risas y algún que otro beso.

Es increíble que este sin gorra y sin gafas de sol y que pase gente y no me diga nada. Aun que tengo miedo de que pase algún periodista o algo así y nos saque fotos, entonces meteré a Ariadna en un mundo que no quiero.

Se acercó alguna que otra chica a pedirme una foto pero fue todo muy normal y eso me gusta.
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Fuí a dejar a Ariadna en casa de Jessica.

-Ariadna: ¿Y cuando nos volvemos a ver? -me sonrió timidamente-
-Pablo: Mañana pasaré a verte y te invito a comer. Que otros días estaré mas ocupado. -dije algo triste-
-Ariadna: Vale Pablete. -me dio un beso en los labios- Te quiero. -me sonrió y cerró la puerta-
-Pablo: Y YOOOOO -grité para que me escuchara por el otro lado de la puerta-
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Narra Ariadna
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Suspiré y me tiré al sofá. Estaba demasiado feliz, era como no sé, no sé explicarlo, sensaciones demasiado fantásticas.

-Jessica: ¡¡DONDE ESTABAS!! -me gritó al oído-
-Ariadna: JODER JESSICA QUE SUSTO ME HAS PEGADO.
-Jessica: ¿Donde estabas tía? ayer desapareciste. -se cruzó de brazos- Y Pablo también. -sacó una sonrísa picara-
Empecé a ponerme roja.
-Jessica: Ven ven acercate.
Me fui acercando. Me pegó en la mano.
-Jessica: CONTESTAME. -dijo cabreada pero en plan broma-

-Ariadna: Estuve ayer con Pablo sí. Y dormí con él.
-Jessica: ¿ENTONCES ESTAIS DE NUEVO JUNTOS?
-Ariadna: QUE SIIIIIIIIIIIIIII MAMÁ. -dije riendome y diciendole mamá por que me trataba como si de su hija se tratase-
-Jessica: QUE FUERTE, COMO ME ALEGRO. ¿Pero como fue tía? cuentame cuentame.
-Ariadna: Fue como en un musical -reí- Es largo de contar, pero al final estamos de nuevo juntos y...-suspiré-
-Jessica: Uy esa carita, eh, se te ve muy feliz, Y ESPERO QUE DURE. -ríe-

Marina comenzó a llorar y Jessica fue rápidamente.
-Jessica: Ya me contarás más, eh. Por cierto, llamaron ayer de tu trabajo aqui al telefono de casa. -decía gritando para que le escuchara-
-Ariadna: ¿Y que dijeron? -dije asustada-
-Jessica: Nada, que vayas hoy a trabajar. -dijo gritando desde la otra habitación-
-Ariadna: Me dijeron que tenía 3 días, que cacho anormales. -refunfuñé-

Tocaron a la puerta y fui a abrir.

-Ariadna: ¿Natalia? -dije extrañada-
-Natalia: Hola querida. -entro dentro-
-Ariadna: ¿Que quieres? -dije seriamente-
-Natalia: Quiero que dejes a Pablo. -se reía-
-Ariadna: Ahá y por que tu me lo digas ¿No? -reí-
-Natalia: Por que creo que no te gustará estar en todas las revistas.
-Ariadna: ¿Como? -dije extrañada-
-Natala: Mira querida yo solo te digo que salir con un famoso es muy dificil y más si no quieres salir en todos los medios de comunicación y ser conocida como ''la novia de....''. Aun que sueles llegar lejos, eh. Que mira yo, ahora soy modelo. -decía mientras se tocaba el pelo presumiendo-
-Ariadna: Dejame en paz Natalia -le levanté del sofa y la saque fuera de casa-
-Jessica: ¿Que haces aquí Natalia? -dijo extrañada-
-Natalia: Haciendo una visita a mi querida amiga ARIADNA. -Sonreía falsamente-
-Jessica: No vengas a molestar Natalia, te conozco, así que por favor, vete ya.
-Natalia: Tu calla rubía que contigo no va este asunto.
Jessica se avalanzó sobre Natalia cogiendole del pelo y tirandole al suelo.
Rápidamente separé a Jessica de Natalia y metí a Jessica para dentro.
-Ariadna: ¡¡¡Tranquilizate!!!!
-Jessica: NO PUEDO CON ELLA, LO JURO.
Salí fuera a hablar con Natalia.
-Natalia: Por cierto, me pasare esta noche por la discoteca donde trabajas, invitame a algun chupito guapa. -decía riendose-
-Ariadna: Eres insoportable. -cerré la puerta-

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Narra Pablo
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Fui caminando hacía mi casa y ahora si que si, con la gorra y gafas puestas.
Vi a Natalia a lo lejos por detrás de mi e intenté esconderme.

-Natalia: No te escondas -gritó-
Salí del escondite y me puse formal.
-Natalia: ¿Por que me evitas?
-Pablo: ¿YO? NOOOOOO.
Me miró sabiendo que sí.
-Pablo: Bueno vale sí, pero por que paso de problemas. -dije serio-
-Natalia: Me han dicho que te han visto con Ariadna hoy por el parque. -dice seria-
-Pablo: Hemos vuelto. -dije directamente-
-Natalia: Ya se por que me dejaste entonces. -se puso a reirse con maldad-
-Pablo: No puedo estar con una persona que no quiero, lo siento.
Le esquivé y me fui para mi casa.
Me seguía por detrás.

-Natalia: Tengo fotos tuyas con ella, salís besándose, en el parque. Creo que no te gustará que llegue a manos de alguna revista. ¿no?
-Pablo: Como hagas algo así...
-Natalia: ¿Que harás? -dijo riéndose- Que mieeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeedo.
-Pablo: ¿Por que eres así Natalia? Se supone que tu y yo estabamos bien, entiende que no puedo quererte a la fuerza, entiéndelo de una maldita vez. -dije cabreado- No envies esas fotos a nadie, te lo pido por favor, no me hagas la vida imposible.
-Natalia: No quiero joderte a ti, quiero joderle a ella.
-Natalia: Adioooooooooooos Pablo. -dijo riendose-
-Pablo: NO ENVÍES ESAS FOTOS. -le grité mientras se iba-
-Natalia: Adoro que te arrastres. -reía-
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Espero que os haya gustado el capítulo. <3
Un saludo para @NatyAlboran99 , para @Alboranista_17 y también para mi grupo de chicas de Énfasis de Pablete que en pocos días ya nos hemos cogido mucho cariño y para las chachis alboranistas <3 Gracias por leer mi novela. En general, un saludo para todos los que siguen esta historia, gracias por ayudarme a seguir escribiendo esta novela y por conseguir un capítulo 50 que ya son muchos. UN BESO.